Abordar el desperdicio de alimentos con innovación digital
La pérdida y el desperdicio de alimentos a nivel mundial representan un tercio de la producción total de alimentos. Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO por sus siglas en inglés), sólo los costos asociados al desperdicio de alimentos dan como resultado la emisión de 4,4 gigatoneladas de CO2 con una huella hídrica de 250 km3 y un desperdicio de $ 936 billones cada año.
Sin embargo, las soluciones no son fáciles. Tomemos, por ejemplo, los enfoques tradicionales, como las mediciones y los cuestionarios de recolección de residuos, para abordar el comportamiento del consumidor, uno de los contribuyentes más importantes al desperdicio de alimentos. La dinámica entre los factores en el proceso de toma de decisiones del consumidor y las brechas en la comprensión hacen que sea extremadamente difícil evaluar las causas fundamentales del comportamiento. Se pueden encontrar desafíos similares a lo largo de toda la cadena de valor alimentaria.
Básicamente, es necesario hacer más para garantizar que el mercado refleje los impactos ambientales asociados. Las soluciones digitales abren puertas para la transformación del mercado de alimentos y para impulsar la sostenibilidad.
SOLUCIONES EMERGENTES EN LA ERA DIGITAL
El mercado de consumo de alimentos ya está adoptando la innovación digital. Hoy en día, los consumidores están utilizando aplicaciones de teléfonos inteligentes para registrar compras, monitorear sus patrones de consumo y planificar comidas con recetas personalizadas. Al instalar sensores inteligentes reutilizables para envases de alimentos, las personas también pueden rastrear la frescura de los alimentos. Otros ejemplos incluyen cámaras inteligentes para la organización del almacenamiento de alimentos y contenedores inteligentes para la clasificación de residuos.
Uno de los principales beneficios de la digitalización es hacer que los residuos de los consumidores sean rastreables y medibles, lo que permite que los problemas se vuelvan visibles. Esto, a su vez, puede ayudar a cambiar el comportamiento. Junto con la inteligencia artificial, tanto los productores como los consumidores estarían equipados con información que supera con creces lo que ofrecen actualmente las mediciones tradicionales de recolección de residuos y los métodos de encuesta.
La cantidad y la calidad de los datos resultantes también permiten un mercado que va más allá de las dimensiones en torno a la compra y venta de alimentos, impulsando la participación de múltiples actores conectados entre sí por los datos. En este mercado polifacético, los registros agregados de los desechos de los consumidores pueden proporcionar una referencia clara dentro de la cadena de suministro de alimentos sobre las preferencias futuras de los consumidores. Esto es de utilidad para las empresas a la hora de ajustar sus estrategias comerciales.
Han surgido nuevos modelos comerciales basados en esos datos, que a su vez sirven a los consumidores. Por ejemplo, las plataformas de comida para llevar se han basado en los datos del consumo de alimentos para encontrar soluciones como el diseño de porciones de platos más pequeñas para abordar el desperdicio de alimentos, al tiempo que generan ahorros de costos y satisfacción para ambas partes. Además, las recetas de cocina personalizadas están incentivando un mercado de creación de contenido.
Al hacer coincidir la información del excedente de alimentos en las empresas y el hogar con los esquemas de caridad, como los bancos de alimentos, se puede evitar el desperdicio de alimentos, lo que permite una distribución más justa de los alimentos. Los consumidores pueden modificar sus comportamientos con la promesa de ahorrar costos a partir de una mejor planificación, recompensas atractivas o experiencias de compra mejoradas. Los desarrolladores de aplicaciones o dispositivos inteligentes pueden atraer inversiones o ganancias al conectar a todas las partes interesadas en la plataforma digital. Al clasificar los residuos un paso más cerca de su origen, el despliegue de contenedores inteligentes puede dar vida a la especialización en gestión de residuos, agregando otra dimensión al mercado.
Estas soluciones beneficiosas para todos se basan en un crecimiento exponencial de los datos sobre el desperdicio de alimentos de los consumidores, lo que a su vez podría reforzar esos modelos comerciales emergentes.
IMPLICACIONES PARA LA CADENA DE VALOR
Las aplicaciones digitales a nivel de consumo pueden tener una profunda implicación para la cadena de valor agroalimentaria al redefinir el significado de la preferencia del consumidor. A menudo, el mercado se basa en datos de transacciones, como el precio y la cantidad de compra, para evaluar la preferencia del consumidor y predecir la demanda. Sin tener en cuenta el desperdicio de los consumidores, la señal del mercado es incompleta y atrasada: los minoristas y los agricultores maximizan las ganancias vendiendo en exceso un producto a corto plazo, mientras corren el riesgo de perder la lealtad del cliente y provocar planes de producción incorrectos a largo plazo. En general, los alimentos desperdiciados representan recursos que finalmente salen de la cadena de suministro de alimentos y la pérdida se sufre a lo largo de toda la cadena de suministro.
A través de la recopilación de datos en tiempo real (agrupación de datos de diversas dimensiones como la cadena de suministro, las transacciones y el desperdicio de alimentos domésticos), los conocimientos generados a través de algoritmos impulsados por inteligencia artificial pueden ayudar a descubrir patrones de comportamiento ocultos. Esto puede redefinir las preferencias del consumidor con una nueva fórmula que envía señales más oportunas y precisas al mercado con respecto a la demanda.
El valor de la información sobre el consumo de alimentos después de su compra se encuentra en el potencial de disrupción asociado con una mejor previsibilidad del consumidor para la industria alimentaria. Brindándonos la oportunidad de alterar el modelo comercial de simplemente producir más a producir sabiamente a la medida de la demanda. Este modelo contribuye a evitar el desperdicio de alimentos en todo el nivel de la cadena de valor.
UN LLAMADO A ENFOQUES MÁS SISTEMÁTICOS Y SOSTENIBLES
A pesar de la oferta potencial de innovaciones digitales, las aplicaciones empresariales todavía parecen estar fragmentadas. Para que ocurra cualquier cambio, se requiere la capacidad de los actores a lo largo de la cadena de valor para interpretar la información sobre el desperdicio de alimentos en la previsibilidad del consumidor, organizar consecuentemente el negocio de producción y procesamiento y hacer crecer el mercado multidimensional. Se necesitan enfoques sistémicos para ampliar los modelos comerciales disruptivos para un mercado más consciente sobre la sostenibilidad.
La transformación digital más amplia que tiene lugar en diferentes partes de la cadena de valor demuestra aún más la necesidad de enfoques sistémicos. El surgimiento de la agricultura de precisión y el desarrollo de cadenas de frío inteligentes brindan la oportunidad de abordar los desafíos de sostenibilidad más allá del desperdicio de alimentos, a los que se enfrenta el sector agroalimentario. La adopción de esas tecnologías requiere además la creación de un ecosistema basado en datos.
La implicación política es que los gobiernos podrían actuar como proveedores de infraestructura y como facilitadores de innovaciones significativas y su adopción. Esto incluye inversiones estratégicas por parte de los gobiernos a nivel intersectorial para abordar la preparación digital, particularmente en sensores, computación en la nube e instalaciones de procesamiento de datos, para que los datos fluyan como insumos para el mercado. Se deben tomar acciones para subsanar la brecha digital dentro de la población para permitir una captura de valor en la economía digital de manera justa, en lugar de sólo beneficiar a los grupos que tienen acceso a las tecnologías digitales. Se necesitan políticas habilitadoras para que los actores pequeños y medianos tengan el acceso a los datos necesarios y estén equipados con la capacidad de análisis de estos datos.
Además, los gobiernos deben orientar al mercado hacia soluciones sostenibles y salvaguardar los valores clave. Sus inversiones deben ir de la mano de medidas para mejorar la eficiencia energética y el rendimiento de la economía circular del sector de las TIC (tecnología de información y comunicación).
Al abrir espacios de datos nacionales e incentivar el intercambio de datos comerciales para la gobernanza ambiental que se ocupa del desperdicio de alimentos, se debe hacer una clara diferenciación entre el uso de datos para generar conocimientos sobre la cadena de valor alimentaria y para perfilar a los consumidores simplemente como tácticas de marketing, que esencialmente puede ser abuso de datos.
No existe una respuesta única para todos. Las innovaciones de todas las partes interesadas deben considerar las raíces sociales y económicas específicas del desperdicio de alimentos en cada sociedad y segmento del mercado para transformar de manera efectiva los sistemas agroalimentarios del futuro.
Originalmente publicada en https://www.greengrowthknowledge.org/blog/tackling-food-waste-digital-innovation
Artículo desarrollado por Ana Gabriela Fernández Vergara (Vicepresidenta de En Especie) y Yaxuan Chen (Consultora senior en Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente), para Green Policy Platform.